| Aktuelle Meldung | Nr. 015
Stellungnahme von Bischof Bätzing zur Ausweisung von Bischof Herrera aus Nicaragua
Der Vorsitzende der Deutschen Bischofskonferenz, Bischof Dr. Georg Bätzing, erklärt zur aktuellen Lage in Nicaragua und zur Ausweisung von Bischof Enrique Herrera:
„Die Ausweisung von Bischof Enrique Herrera aus Nicaragua durch das Regime von Präsident Ortega ist ein weiteres alarmierendes Zeichen für die zunehmende systematische Repression der katholischen Kirche und der Oppositionskräfte in diesem mittelamerikanischen Land. Nachdem Bischof Herrera, der auch Vorsitzender der Nicaraguanischen Bischofskonferenz ist, vergangenes Wochenende Kritik an der gezielten Störung eines Gottesdienstes geäußert hat, ist er ins Visier der Behörden geraten. Er ist in diesem Jahr bereits der dritte nicaraguanische Bischof, der von Ortega außer Landes verwiesen wurde. Wie andere Bischöfe, Priester und Ordensleute, unzählige Menschenrechtler und Oppositionelle ist er Opfer staatlicher Willkür geworden. Seine erzwungene Ausreise zeigt einmal mehr die Intoleranz des Regimes und dessen Entschlossenheit, abweichende Stimmen zum Schweigen zu bringen. Die Unterdrückung der katholischen Kirche durch den Regierungsapparat Ortega ist ein Symptom für den Autoritarismus, unter dem das Land leidet.
Ich appelliere an die deutsche Bundesregierung und an die internationale Gemeinschaft, stärker für die Rechte aller Menschen in Nicaragua einzutreten. Beten wir für die, deren Menschenwürde und Menschenrechte mit Füßen getreten werden – in Nicaragua und weltweit!“
Declaración de Monseñor Bätzing sobre la expulsión de Monseñor Herrera de Nicaragua
El Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Monseñor Dr. Georg Bätzing, se pronuncia sobre la situación actual en Nicaragua y la expulsión de Monseñor Enrique Herrera:
“La expulsión de Monseñor Enrique Herrera de Nicaragua por el régimen del presidente Ortega es otro alarmante indicio de la creciente represión sistemática contra la Iglesia Católica y las fuerzas opositoras en este país centroamericano. Después de que Monseñor Herrera, quien también es Presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, criticara el pasado fin de semana la perturbación intencionada de una celebración eucarística, se convirtió en el blanco de las autoridades. Este año ya es el tercer obispo nicaragüense que Ortega expulsa del país. Al igual que otros obispos, sacerdotes, religiosos, defensores de derechos humanos y opositores, Monseñor Herrera es víctima de un abuso estatal arbitrario. Su salida forzada pone de manifiesto, una vez más, la intolerancia del régimen y su determinación de silenciar las voces disidentes. La represión de la Iglesia Católica por parte del gobierno de Ortega es un síntoma del autoritarismo que aqueja al país.
Hago un llamado al Gobierno Federal de Alemania y a la comunidad internacional para que defiendan con mayor firmeza los derechos de todas las personas en Nicaragua. Oremos por aquellos cuya dignidad humana y derechos fundamentales están siendo pisoteados, en Nicaragua y en todo el mundo.”